Gracias por verme como un ser humano completo-mente, alma y cuerpo- y no solo como un conjunto de células que cumplen con una función determinada
Mauricio,
Esta es una bonita oportunidad para expresar mi gratitud ante todo este proceso que hemos vivido juntos durante estos últimos meses. Lo digo en plural, porque creo que el trabajo en equipo es uno de los factores más importantes por los cuales hemos evidenciados una evolución en mi recuperación.
Han sido cambios positivos en todo el sentido, físicos como mentales… gracias por confiar en mi en todo momento, por apoyarme, ayudarme, guiarme y enseñarme…
Además del «feeling» que tenemos, tu acompañamiento ha sido fundamental, pues no es un tema de control sino de motivación, fe, ganas, paciencia, perseverancia y compromiso.
Sé que no sou una persona fácil pues tengo una gran capacidad para identificar cómo sabotear un proceso, pero contigo no lo pensé en ningún momento, en realidad no sentí la necesidad de hacerlo, porque me abriste un abanico de herramientas que me dieron seguridad y tranquilidad para recorrer este camino, un caminio ara recuperar mi metabolismo, la confianza… un camino para creer en mi nuevamente, recuperar mis amigos, familia… mi vida.
Gracias por verme como un ser humano completo-mente, alma y cuerpo- y no solo como un conjunto de células que cumplen con una función determinada.
Gracias por verme como «Laura Juliana»…
¡GRACIAS MAURICIO!…gracias a tus conocimientos, charlas y asesorías permanentes hemos logrado grandes metas y podemos decir que aprendimos y seguimos aprendiendo para tener una mejor calidad de vida.
!GRACIAS Mauricio! por que haces parte fundamental de este hermoso proceso que iniciamos hace 6 meses. Llegamos a tu consultorio con muchas expectativas y retos y gracias a tus conocimientos, charlas y asesorías permanentes hemos logrado grandes metas y podemos decir que aprendimos y seguimos aprendiendo para tener una mejor calidad de vida de acuerdo a la condición de cada uno y cómo esto influyó en mejorar nuestra salud, a quitarnos mitos y creencias y convertirlos en fortalezas, en creer en nosotros mismos, en mantenernos en equilibrio emocional y enamorarnos con compromiso de este proceso. Hoy sentimos que vivimos y vemos la vida diferente, nuestras patologías, en mi caso dos enfermedades autoinmunes: Espondiloartrosis, Sindrome de sjorgren, bajas defensas, hígado graso, un poco de obesidad que durante años me limitaron y me hicieron dependiente de medicamentos para controlar el dolor, de cintas de kinesio tape todo el tiempo para no sentir dolores en la espalda y lo peor con cero deporte por que no podía hacer esfuerzos y así me lo habían hecho ver ( de ahí mis creencias y mitos). y en el caso de Juan P.: Intolerancia a la lactosa, de no poder probar ni una gota de leche, yogurt, kumis etc , ácido úrico alto y colon Irritable, ESTÁN CONTROLADAS con unos resultados de laboratorio buenos, estables y lo mejor de esto es que no es por un ratico! Ya hace 5 meses no utilizo cintas de kinesio, no tomo pastillas para el dolor hago 5 días de deporte, de prácticas que jamás alcance a pensar podría hacer ej. Aero yoga, Pilates, estiramiento, gimnasio, rumba… me mantengo en el peso normal, he perdido grasa visceral gradualmente y Juan se disfruta desde los 15 días de iniciar su proceso sus yogures, quesos, leche y no lo volvió a sentir molestias de colón.
Esto es una tarea en conjunto, como te decía es dedicación, compromiso y elección de cómo queremos vivir pero gracias a ti, a tus lineamientos e instrucciones de cómo mantener costumbres alimenticias sanas junto con el manejo de emociones… lo logramos. Mil gracias Dios te bendiga.
JUDITH Y JUAN PABLO
Hoy, a miles de kilómetros de Bogotá me siento liberada, recuperada, feliz. Siento su apoyo incondicional, un amigo, mi coach. Comparto cada logro con él porque me ayudó a quitarme la venda y valorarme como mujer, como persona, como profesional.
Mi metamorfosis
Hoy, miércoles 13 de marzo de 2019, mientras estoy sentada en un avión volando hacia mi destino con la felicidad, recapitulo cómo fue el último año de mi vida y me doy cuenta que he recorrido un largo camino. Este camino me lo puso la vida para aprender a valorar cada cosa que tenemos y mostrarme lo fuerte que puedo llegar a ser. Sin embargo, no fue la única cosa que me enseñó… me enseñó a valorar a cada persona que está a mi lado, apoyándome y guiándome a ser mejor.
En un momento en el que me sentí sin rumbo y el exceso de control se apoderó de mi, recaí en un estado físico y mental que no se lo deseo a nadie: comía menos de 1000 calorías al día (en el mejor de mis días 1200 kcal), me levantaba todos los días a las 4 a.m. para trotar al menos 1 hora, trabajaba hasta las 9 o 10 p.m. y dormía aproximadamente 3-4 horas.
Todo empezó a finales de 2017, donde empecé a controlar cada cosa que me comía y, quemar calorías se volvió una adicción. Después de una relación tóxica con una persona, me obsesioné en retomar el control de mi vida y caí en un estado de depresión… un estado que no quería aceptar y fue empeorando cada día hasta que llegué a un límite en el que tuve que tomar una decisión: recuperarme o seguir muriendo (física, mental y emocionalmente). Todo este tiempo engañé a mi mente, sufrí de dismorfia corporal y empecé a leer acerca de nutrición (pero aplicandolo de la forma incorrecta). Mi mamá estuvo todo el tiempo ahí, pero no lograba quitarme la venda que tenía en los ojos. El amor de madre fue muy importante, pero necesitaba un acelerador.
Hace un año exactamente, en marzo de 2018, conocimos a una persona maravillosa… mi Ángel de la guarda: Mauricio. Puedo llamarlo así porque fue aquella persona que (fuera de mi núcleo familiar) me brindó ayuda, apoyo y comprensión. Soy una persona difícil, con una mente muy fuerte y puedo llegar a ser muy terca. No me gusta que me impongan las cosas, necesito entenderlas para poder interiorzarlas y aceptarlas. Esta fue una de las razones por las cuales no logré un tratamiento efectivo con psicólogos… pero ahí estaba mi angelito de la guarda. Mauricio es una persona íntegra que me apoyó desde la parte nutricional y emocional a salir adelante. Me mostró la persona valiente que puedo llegar a ser al afrontar mis miedos y aprender a valorarme. Se volvió mi confidente, amigo, médico… mi coach.
Tuve la oportunidad de aprovechar su conocimiento y dedicación a sus pacientes. Me enseñó a comer (y me gusta recalcar esto, porque no me interpuso una dieta sino que me explicó desde un punto de vista metabólico y celular qué efecto tiene la comida en mi cuerpo). Me mostró la verdadera conexión que tiene la mente con la comida, el cuerpo y el Alma.
Hoy, a miles de kilómetros de Bogotá me siento liberada, recuperada, feliz. Siento su apoyo incondicional, un amigo, mi coach. Comparto cada logro con él porque me ayudó a quitarme la venda y valorarme como mujer, como persona, como profesional. Después de un largo camino, con muchos altibajos, puedo decir que soy feliz… estoy recuperada físicamente y emocionalmente. Recuperé mi metabolismo antes de que fuera muy tarde… tuve mi metamorfosis…renací.
Desde que el Dr. Franco empezó a enseñarme a comer sin sacrificios, ni ansiedad, a disfrutar de una buena alimentación, he bajado 6 Kilos de peso, he recuperado masa muscular…
Soy Liliana Cubillos Neira, paciente con trasplante renal, manejo de inmunosupresión y de Diabetes postrasplante. Llegué en Noviembre de 2.018 al consultorio del Dr. Mauricio Franco gracias a la recomendación de una amiga, ya que a pesar de que “me cuidaba en mi alimentación“ estaba subiendo de peso, me sentía cansada y con dificultad para realizar ciertas actividades. Desde que el Dr. Franco empezó a enseñarme a comer sin sacrificios, ni ansiedad, a disfrutar de una buena alimentación, he bajado 6 Kilos de peso, he recuperado masa muscular, por lo que hoy puedo decir que con su entrenamiento, su carisma y atención llena de amor y de paciencia, me siento muy bien pero sobre todo tranquila de saber que me está ayudando en el cuidado de mi nuevo riñón, el regalo mas hermoso que Dios me ha dado.
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